FRACTURA EN NIÑOS

Ámbito de la Traumatología Infantil
El ámbito de la traumatología infantil incluye a niños desde el nacimiento hasta el final del crecimiento, considerado hoy hasta los 18 años inclusive. Consiste en el arte y la ciencia de la prevención, investigación, diagnóstico, estudio de su fisiopatología y tratamiento de las lesiones traumáticas de los miembros y columna mediante métodos médicos, quirúrgicos y físicos.

El hueso
El hueso (Fig. Nº 1 a, b y c) es considerado una estructura anatómica y un órgano. Es una estructura anatómica en cuanto:
a. Forma parte del esqueleto rígido del tronco y de los miembros.
b. Sirve de palanca para la función locomotora.
c. Protege las vísceras vulnerables.
Es un órgano porque:
a. Contiene tejido hematopoyético.
b. Es almacenamiento de calcio, fósforo, magnesio y sodio interviniendo en la homeostasis mineral del medio interno.
Desde el punto de vista microscópico reconocemos:
1. Hueso inmaduro.
2. Hueso maduro que incluye:
a. Hueso cortical.
b. Hueso esponjoso

El hueso inmaduro es propio del niño hasta el año de edad; reaparece en procesos patológicos y en las fracturas. Se caracteriza por ser más fibroso y con menor contenido de cemento que el hueso maduro. El hueso maduro es el hueso del niño mayor de un año y del adulto. La complejidad de la disposición de las capas microscópicas o lamelas diferencia al hueso cortical del esponjoso siendo muy comprimida en el primero y más laxo en el segundo.
Por su forma se diferencian 3 tipos de huesos:
• Largos.
• Cortos.
• Planos.


Los huesos largos (Fig. Nº 2) son huesos cilíndricos, tubulares en los que la longitud predomina sobre las otras dimensiones. Se originan, crecen y curan por osificación endocondral e intramembranosa. Poseen tejido compacto y esponjoso. Son huesos largos el húmero, el cúbito y el radio, el fémur, la tibia y el peroné, los metacarpianos, metatarsianos y falanges.
Reconocemos en ellos:
a. Diáfisis: es la zona central y más angosta del hueso. Formada por hueso cortical rodea la cavidad medular.
b. Epífisis: son los extremos articulares. Están constituidas por hueso esponjoso y no tiene cavidad medular.
c. Metáfisis: es la zona intermedia entre las anteriores. Formada por hueso compacto y esponjoso, no posee cavidad medular.
d. Periostio: membrana celular que recubre la superficie externa del hueso hasta la inserción de la cápsula articular.
e. Endostio: membrana que recubre el canal endomedular.
f. Placa epifisaria: zona cartilaginosa localizada entre la epífisis y la metáfisis. Formada por 4 capas desde la epífisis a la diáfisis: cartílago en reposo, cartílago inmaduro proliferativo, cartílago en maduración y cartílago calcificado. Es la responsable del crecimiento en longitud de la diáfisis y metáfisis.
g. Cartílago articular: recubre las epífisis hasta la inserción de la cápsula articular. Produce el crecimiento de la epífisis.

Los huesos cortos, localizados en el tarso y carpo. Están constituidos por hueso esponjoso y recubiertos por periostio o cartílago articular. Crecen y curan por osificación endocondral. Los huesos planos se caracterizan por su escaso espesor. Se originan y curan por osificación intramembranosa. Son huesos planos las escápulas, los huesos iliacos, las clavículas y las costillas.

Desarrollo embriológico. Osificación
El tejido óseo se origina en el mesodermo. En el embrión de quinta semana aparecen los muñones de las extremidades formados por ectodermo y un eje central mesodérmico con áreas de menor densidad donde se desarrollarán las articulaciones. En la sexta semana se desarrolla el molde cartilaginoso. En el embrión de séptima semana aparecen núcleos de osificación (núcleo de osificación primario). La capa más externa del mesodermo que se transformó en pericondrio en la fase cartilaginosa se convierte en periostio y producirá células osteblásticas formadoras de hueso sobre la matríz mesenquimal.
Osificación intramembranosa. Las células mesenquimatosas se transforman en osteoblastos sin pasar por la etapa cartilaginosa. Se observa en los huesos largos y huesos planos. En el sexto mes se reabsorbe el centro del hueso y se forma la cavidad medular.
Osificación endocondral. Es la formación de hueso que pasa por una etapa cartilaginosa. Se observa en los huesos largos y cortos.
Núcleos de osificación. Son zonas del hueso donde se inicia la osificación intramembranosa o endocondral. Se diferencian los núcleos primarios y secundarios. Los núcleos primarios se encuentran en todos los huesos y son los primeros en aparecer, habitualmente durante la vida fetal. A partir de ellos se desarrollará la mayor parte de los huesos planos. La escápula tiene un solo centro primario. El hueso iliaco tiene un centro de osificación por cada porción (ilion, isquion y pubis) pero separados por zonas de cartílago que se observa en el fondo del cotilo. Esta zona se denomina “cartílago trirradiado”; referencia radiológica en el diagnóstico de la luxación congénita de cadera. En los huesos largos osifican las diáfisis. En los huesos cortos osifican a la totalidad del hueso excepto en el calcáneo.

Los núcleos secundarios aparecen luego del nacimiento, excepto los distales del fémur y menos frecuentemente los núcleos de la cabeza femoral. Su aparición difiere según el sexo. Son los responsables de la osificación de la periferia de los huesos planos, las epífisis y las superficies superior e inferior de las vértebras. En el hueso iliaco, la cresta iliaca o reborde superior, aparece entre los 7 u 8 años. La osificación comienza en la espina iliaca anterosuperior y continúa hacia atrás hasta la espina iliaca posterosuperior. Radiológicamente se conoce como “Signo de Risser”. Se une al iliaco al finalizar el desarrollo, 2 años después de la menarca en la mujer y entre los 16 y 18 años en el varón. Los huesos del brazo, antebrazo, muslo y pierna poseen núcleos de osificación secundarios en ambas epífisis. Las falanges y los dedos sólo tienen un núcleo de osificación. En las falanges, en el primer metacarpiano y en el primer metatarsiano se localiza en su extremo proximal.
En los metacarpianos y metatarsianos segundo a quinto, el núcleo de osificación secundario se localiza en el extremo distal. De los huesos cortos, sólo el calcáneo posee un núcleo de osificación secundario que se localiza atrás.

En la tabla Nº 1 se esquematiza la aparición de los núcleos primarios y secundarios. Los núcleos primarios aparecen simultáneamente en los varones y mujeres. La letra “N” indica nacimiento, “s”, semanas, “m” meses, “a” años y “VF” vida fetal.

Curación de las fracturas (Figs. Nº 3 a 6)
A diferencia del resto de los tejidos, el tejido óseo cura sin cicatriz. La solución de continuidad ósea será curada por tejido de la misma calidad. La curación de las fracturas reconoce 3 etapas:
a. Inflamación.
b. Reparación.
c. Remodelación.

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